Mi papá murió en plena pandemia. No tenia corona virus, murió a consecuencia del alzheimer.
Al momento de ir a la funeraria, realmente no imagine como seria… pero me tocó y alli estaba.
Estaba como idiotizada, cuando la asistente de la funeraria me pregunto de que color quería la caja, casi pensé que hablaba en otra lengua… luego me llevo a la parte de atrás para escoger el modelo… todo era tan doloroso.
Finalmente me entregó una página con distintos pensamientos y capítulos de la biblia… por un momento encontré consuelo en ellos y opte por el salmo 121. Me dijo que era para la tarjeta de recordatorio, como estamos en pandemia se me entregarían una vez culminará el velatorio. Se me indicó que la capilla abriría por espacio de una hora. Que cada tres minutos podrían entrar cinco personas a su vez, siempre y cuando llevaran mascarilla y guantes.
Así se hizo, algunos familiares y amigos se alegaron a la funeraria. Decidí que entraran de tres en tres para que así mi mamá y mi hermano mayor pudieran permanecer dentro de la capilla todo el tiempo.
A pocos minutos de cumplirse con la hora, le pedí a la dueña de la funeraria si nos permitia al núcleo más cercanos entrar juntos. Amablemente nos dio la autorización y así estuvimos juntos mi mamá, mi hermano mayor su esposa y dos hijos, mis dos hijas, Ruben y yo y una prima hermana nuestra. Hicimos una oración a Dios y dimos gracias por habernos permitido cuidar de nuestro padre durante todo ese tiempo.
Salimos de la capilla y mi papá fue en el carro fúnebre, la pandemia no permite que sea de otra forma, nosotros caminamos al cementerio, en distanciamiento social.
Ya allí solo cinco podrían entrar. Difícil selección. Cuando le había comunicado a mi mamá, esta luego de darle pensamiento me dijo que no quería que ningún nieto se sintiera, aunque entendía que mi hija mayor debería de estar allí, pues fue ella quien vivió con ellos durante todos estos años. Finalmente me dijo que como no quería causar con esto ninguna situacion entendía que lo prudente seria que entrara ella, mi hermano mayor y esposa y Ruben, conmigo.
Luego de hablar con el sepulturero, este accedió a que estarán siete porque le era necesario que entraran varones para ayudarle a bajar la caja.
Así que nuevamente alce mi voz y entraron mi mamá, los cuatro nietos presentes, mi hermano mayor y este amigo que se hizo parte de nuestra familia durante la enfermedad de mi papá.
Yo me quede afuera. Espere porque ellos regresaran y partimos….